Sinceramente, esta es una entrada que me va a causar gracia cada vez que la recuerde o la repase. Una de esas cosas que pensé que nunca haría. No me gusta hablar mucho de mí, tener que ponerme a mí mismo en una categoría que supere la media. Puede ser baja autoestima o qué sé yo, pero hoy me toca hacer una entrada sobre un libro que yo mismo escribí. Si, así tal cual.
Jamás pensé que iba a tener un sitio propio. Menos podía visualizarme escribiendo y publicando un libro. Así que dejo a la imaginación de cada uno lo que puede estar pasando por mi cabeza ahora que estoy escribiendo en un sitio propio sobre un libro que publiqué. Y lo dejo a vuestra imaginación porque yo no tengo idea como explicar algo así (?).
El libro en cuestión, se llama “Diario de un Bastardo” y tardó aproximadamente dos años en tener una forma definitiva, cerrarse, imprimirse y, finalmente, publicarse. Siendo honesto, lo empecé como un “vamos a ver que sale”. Alguna vez escribí en este lugar que escribir, pese a todo lo que implica para mí, me genera cierta libertad, cierta sensación de satisfacción que me llena por completo por un breve instante.
Diseño de tapa: Gera Mateos
Escribí, entonces, buscando eso. Por aquel entonces buscaba un refugio, una salida nueva, un algo. ¿A qué? Honestamente no les voy a contar eso acá, pero si puedo decir que fue eso y más. Fue una nueva forma de salir de la zona de confort (de esa de la que todos luchamos por salir constantemente), fue una manera de ganarle al peor de los enemigos: yo mismo.
Yendo al libro, que es lo que importa, no busqué armar tanto una historia “clásica” como si una búsqueda. Una búsqueda por recomponernos, por encontrarnos, por adentrarnos en nosotros mismo y conocernos. Una descripción de lo que se identifican como seres rotos, incompletos, imperfectos, con necesidad de respuestas a un montón de interrogantes. No es una novela, no es un libro de autoayuda (por Dios, no es un libro de autoayuda), es nada más y nada menos, como su nombre bien lo dice, un diario. Una recopilación de una serie de ideas diferentes sobre varios temas que convergen siempre en uno general: la vida; con la forma de una especie de viaje. Hacia fuera, con los demás, solos, hacia adentro. En todas las direcciones.
¿Y por qué “bastardo”? Bueno, no sé si debería aclarar esto acá, pero como mis dedos se siguen moviendo solos (?) lo voy a hacer: el diccionario define bastardo como: 1. [persona] Que ha nacido fuera del matrimonio. Y el más importante y la razón de su adhesión al título: 2. [adjetivo] Que se aparta de sus características originales o las va perdiendo. Es (somos, muchas veces) seres cuyas características fueron moldeadas, cambiadas, modificadas. La vida, con todo lo que este concepto implica, tiene un paso muy difícil de seguir y casi siempre termina conduciéndonos por caminos que no imaginamos, a plantearnos cosas que no suponíamos.
Digo yo, eso me parece a mí. Quiero dejar bien en claro, para terminar, que no me considero dueño de la verdad, ni un ejemplo a seguir, ni pretendo que este libro sea una guía para nadie. No pretendo que sea más que un desahogo, un compilado de reflexiones donde, a lo mejor, varios pueden sentirse identificados. Después de todo, todos estamos en la búsqueda, todos estamos un poco perdidos. Y perderse, dicen, es la mejor forma de encontrarse.