Después de un tiempo interesante de idas y vueltas por esta casa, tratando de desarrollar contenido medianamente decente enfocado en 4 pilares: Cine, Series, Libros y Música, y considerando que resultó bastante bien (son libres de comentarme si es que no), me pareció que llegó el momento de intentar con algo más. Con algo siempre enfocado al contenido, a las historias, al conjunto de ambas cosas presentado de forma atractiva y sobre como esto, a mí humilde (?) parecer, merecer ser compartido. Por ahora, entrarán en la categoría de “Varios”, básicamente hasta que se me ocurra un mejor nombre (sugerencias son bienvenidas, ayuden a este prójimo).
Sinceramente, tardé más de la cuenta en ponerme a trabajar con esta entrada. Incluso pensé varias veces en posponerle ahora, mientras la estoy escribiendo, pero me convencí de que es algo que no podía esperar más. Y creo tener razón. ¿Por qué comienzo hablando del tiempo? Porque es algo que siempre me llamó la atención al ver los vlogs del youtuber Casey Neistat: ¿de dónde saca tanto tiempo para hacer todo? Hablamos de producir, filmar, editar, etc., ¿cómo parece tener tiempo para vivir una vida fuera de todo eso?
Casey es un youtuber ya sumamente conocido hoy en día, con un canal que tiene más de 9 millones de suscriptores, con trabajos muy importantes fuera del mismo (CNN, en su momento, para no ir más lejos); su estilo es bastante llamativo, dinámico, juega mucho con los cortes bruscos entre cada toma, con situaciones de la vida cotidiana (de su vida cotidiana) y cuenta con una amplia variedad de recursos creativos para desarrollar sus contenidos y que no sean muy monótonos o estructurados.
Se enfoca mucho en contar historias, en crear cosas, en dar forma a proyectos nuevos. Siempre, todo el tiempo. No importa de que se trate, él está en algo. Muchas veces hasta parece que está jugando, que es un hobby, pero es evidente que para él va más allá. No es un pasatiempo, se lo toma muy en serio, lo hace muy en serio. Y eso es lo que le da un sello de calidad que me resulta tan apasionante.
Hace un par de semanas (ya te dije que estoy escribiendo esto más tarde de lo que debería), Casey anunció lo que se vendría de nuevo para su canal de Youtube (que, a estas alturas, imagino, ya estás buscando cuál es. Es este. Y fue eso lo que, como ya lo había logrado otras veces en el pasado, me despertó algo asombroso. Y eran las ganas. Las ganas de simplemente…hacer cosas. Producir, crear, contar historias. Fijar la atención en algo que tengas propuesto y consumirte hasta desarrollarlo.
Cuando yo era chico, y esto lo cuento realmente muy pocas veces, la mayor parte del tiempo prefería pasarla en mi casa, sin salir. Con mi hermano nos dedicábamos a inventar juegos. Con juguetes o sin ellos, aunque la mayor parte con ellos. En realidad, era yo el que pasaba gran parte de su tiempo pensando en nuevas cosas, en nuevos giros para esas historias que solo nosotros sabíamos y nadie más conocía. Incluso fui yo el que, pasado cierto tiempo, encontraba cierta frustración porque en la práctica no era como lo pensaba.
De todas formas, fue eso lo que traté de llevar conmigo de entonces en adelante. Fue eso lo que encontré en Casey y fue eso lo que él consiguió reavivar en mí en ese video (y en cada material que va sacando, realmente). Hacer lo que nos parece irreal, fantasioso, incluso si lo termina siendo (como me pasaba a mí con los juegos con mi hermano). Hacer lo que nos parece que no se puede hacer. Porque la realidad es limitada pero nuestra imaginación no.
¿Cuál es el punto real de los materiales de Casey? No creo que ninguno. No está contando una historia lineal, ni apuntando a algo en específico. Trabaja según lo que la inspiración le dicta para crear, contar y mostrar. No es joda, es muy serio. Porque una cosa es adaptarse a lo que el mundo te ofrecer y otra, muy distinta y muy importante, es construir realidades.