Después de la primera mitad de episodios donde esperábamos pacientemente (?) a que la serie termine asentar todos los elementos de la historia que intenta contarnos; que no son pocos, incluye nada menos que viajes en el tiempo, nuevas líneas temporales, una organización encargada de supervisar estas cuestiones y que tiene fines no precisamente muy claros; podemos decir que llegamos a ese capítulo de inflexión donde la acción se desarrolla de tal forma que el episodio se pasa volando.

El comienzo de la serie nos muestra una pequeña escena con la infancia de Sylvie, quien es secuestrada por los agentes de la TVA, destruyendo su realidad. Esto nos da el primer pantallazo de la motivación de Sylvie para llevar a cabo sus actos, así como también el tiempo que transcurrió desde que la detuvieron por ser una variante hasta los acontecimientos de la serie.
Después de un par de escenas, tenemos a Loki y a Sylvie esperando su inminente final luego de que no pudieran escapar del apocalipsis en el episodio anterior. La serie se toma un breve instante para hacer gala de un gran juego de recursos técnicos y fotografía para construir una escena aparentemente sencilla. Luego aparecen Mobius y los agentes de la TVA, quienes lograron, no sin mucho esfuerzo, dar con el paradero de ambos. En una intensa discusión Loki remata la misma contándole a Mobius que él también es una variante.
Nuevamente en los intercambios entre Loki y Mobius se encuentran los giros más agresivos de la serie, incluido este episodio. Sobre todo, porque Mobius comienza a sospechar y para comprender lo que sucede acude a Loki, condenado en un bucle temporal indefinidamente. Mobius descubre que Loki había desarrollado un enamoramiento por Sylvie, que es lo mismo decir que por el mismo, ya que no es otra cosa que su variante de otra línea temporal. Loki intentan convencerlo de que se encuentran en un juego perverso de la TVA y esto parece tocar alguna fibra sensible en Mobius.

Toda esta sucesión de eventos, sumados al de Sylvie y la líder de los agentes de la TVA, desencadena –como no podía ser de otra manera- en la aparente eliminación de Mobius y encuentro de Loki y Sylvie con los tan célebres Time Keepers. Los Time Keepers que, en un recuerdo que me pareció inevitable a Iron Man 3, no eran otra cosa que una fachada y tanto su encuentro como enfrentamiento con ellos, si bien tuvo sensaciones a un final de temporada en pleno capítulo 4, fue en vano

La escena post créditos con Loki aún vivo (jaja a alguien le sorprende?), encontrándose en con unas variantes suyas, en clara referencia a los cómics, en un lugar extraño, nos da a entender que lo mejor todavía no ocurrió, sino que está por comenzar y culminar en los dos episodios siguientes.
Es probable que así mismo Mobius no esté muerto, sino que se encuentre en algún lugar. A la vez que Sylvie encabezaría ahora una cruzada para desenmascarar en cierta forma a la TVA, con las variantes como actores importantes dentro de la misma. Y, mientras tenemos a disposición ese tornado de acción y aventura, este episodio nos deja como punto más fuerte los momentos de Loki y Sylvie, la reflexión sobre los sentimientos, el narcisismo, el miedo a la soledad. Y algo tan raro como enamorarse de tu propia versión de otra línea temporal (?). Sin dudas el mejor episodio de la serie, al menos hasta ahora.
