Cuando estrenó la primera temporada y pudimos disfrutar de ese detrás de escena de películas que marcaron una época y que, incluso hoy, continuan tan vigentes para todos nosotros como el día de su estreno, tuve la sensación de que estábamos ante algo más que siempre añoranza y documentación de lo que pasó en esos días. El especial de navideño confirmó esta sensación. Y esta segunda temporada elevó ese entretenimiento y diversión a la categoría máxima de HOMENAJE.

No porque las ediciones anteriores no hayan homenajeado a las películas de las que hablaron, ni porque hayan quedado en deuda o no resultarán interesantes. Sino porque el componente emocional, a la par de la diversión y dinámica ya propios de esta serie, es mucho mayor y más fuerte -me parece- en esta ocasión. Además de que consigue -una vez más- demostrar todas las dificultades y pormenores antes del nacimiento de éxitos del cine, que nos parecieran que tuvieron una bendición divina desde el principio, pero no fue así.
Mantiene una de sus mejores características desde la primera temporada, que es su narración. Sumamente divertida y dinámica desde el principio, no te permite distraerte ningún instante de lo que está pasando, casi como si cada segundo de relato, de imagen, de corte, de animación, todo fuera relevante y te puedas estar perdiendo de algo super interesante. Es precisamente esa mezcla tan bien lograda de voz en off, edición, animación, manejo de la línea de tiempo y humor lo que lo hace tan completa en todos los sentidos.
Sin embargo e incluso teniendo esto en cuenta, su componente histórico y anecdótico es el verdadero y principal punto fuerte de la producción. Va punto por punto desmenuzando todo lo relacionado con cada una de las películas, divirtiéndose con sus historias (entre más complicaciones hayan pasado parece incluso mejor), dando espacio a cada uno de los participantes en las mismas, pero al final siendo siempre capaz de rescatar su esencia, yendo al corazón de las mismas y, consiguiendo así, ensalzar aún más historias que de seguro no necesitaban justificar nada, pero decididamente no les venía mal un homenaje como este.

Volver al Futuro: su episodio conserva esa frescura, ese aire despreocupado y cautivador de la película. Tan peligroso como jugar con la línea temporal, la producción pasó por muchísimos idas y vueltas y pareciera que su mejor arma contra todos fue una de las cosas que más se destaca en la película misma: su buen humor.

Mujer Bonita: la que tenía todo para ser la más profunda, terminó convertida en una comedia romántica que reivindica a sus protagonistas. Así como para Pretty Woman, esta descripción aplica para la producción detrás de la misma. Con muchos cambios, como algo que empezó de una forma y terminó de otra, nos deja concluir de que el resultado final no era el que se esperaba pero si fue mejor de lo que se preparaba al principio.

Jurassic Park: tan fascinante y atrapante como los dinosaurios es la posibilidad de traerlos a la vida nuevamente y poder admirarlos en una especia de parque extraordinario. Igualmente lo es contar una historia al respecto y, obviamente, mostrar el «detrás de cámara de dicha historia». Quizás el episodio que más disfruté, más que nada por poder ver toda la creatividad e innovación detrás, a cargo del gran Steven Spielberg.

Forrest Gump: el último episodio, pero no menos importante, de esta temporada está dedicado a Forrest Gump y no es coincidencia. Una película emotiva, que despierta empatía, reflexión, nostalgia y muchos otros sentimientos más, nos permite ubicar un cierto cierre a esta temporada con esos mismos ingredientes. Conociendo todo por lo que tuvieron que atravesar sus protagonistas, pero a la vez todo lo que aprendieron y dejaron como legado detrás, no podemos sino emocionarnos hasta las lágrimas. Por estas películas, por su esencia tan bien retratada y por este más que merecido homenaje.