Solo puedo recordar que comencé viendo esta película por buscar algo agradable, entretenido y fácil de digerir. O sea, no estaba haciendo nada productivo y no tenía intenciones de que eso cambie. Lo bueno fue que mi elección terminó siendo todo lo que buscaba, pero potenciado, ya que resultó sumamente divertida y con un mensaje ya por demás tratado pero que logra encajar perfectamente con la propuesta inicial.

Lo que de entrada me llamó la atención fue el gran atractivo visual con el que contaba. Nada más comenzada la película pensé lo hermoso que me parecía la animación y lo llamativo de la paleta de coloro que elegían en cada escena. Sin ir más lejos, lo primero que tuve en mente ante esa reacción fue recordar como disfruté lo mismo al ver Spiderman into the spiderverse. Grande fue mi sorpresa cuando, investigando un poco, me enteré de que son los mismos creadores. Y vaya que le hacen justicia a esta reputación porque visualmente la película es impecable y hermosa, diría que es el primer gancho con el que cuenta.
Pero esto no es lo único y es que, si bien la película nos muestra la clásica historia de la familia que –como todas- tiene sus problemas y diferencias, principalmente entre dos de sus integrantes, y que emprenden un viaje cuya aventura terminará fortaleciendo lazos entre ellos y ayudándolos en las dificultades que estaban teniendo; lo hace de gran forma y es sumamente disfrutable.

Y es que no hay instante dentro de la película que no esté cargado de diversión y humor. Se agarra de todos los recursos tradicionales, en películas de esta clase, pero nuevamente: tan bien pensado cada uno y las circunstancias a su alrededor que a uno le resulta imposible no sentirse cómplice con la primera sonrisa. Además de esto, la creatividad en la narración hace a la película mucho más fluida y que cada mínimo detalle derive en un motivo más para reírse y divertirse.
Es este mismo entretenimiento tan despreocupadamente alegre el que sostiene una genial película con, a lo mejor, poco desarrollo y profundización de sus personajes principales, como así también una problemática relativamente simple y resuelta con algo de conveniencia; pero es precisamente ese desenfado en el tratamiento que le dan a la historia y recursos narrativos lo que hace que uno se olvide de estos aspectos y se disponga únicamente a pasárselo bien con la propuesta.

A su vez, mencioné al principio de que la idea central es una que ya se vio millones de veces y, de hecho, está película no presenta un solo cambio en su presentación o mensaje final, Pero lo hace desde una sinceridad y hasta inocencia que es imposible que no resulten conmovedores. A lo mejor su mensaje no es nuevo, es verdad, pero cala honda y es más que efectivo por los métodos con los que termina llegando al espectador. Sin pretensiones ni segundas intenciones, pero con sinceridad y empatía. A lo mejor no es perfecta y, si uno se lo propone, puede señalarle cosas; pero su valor reside más bien en lo que aporta y transmite, en cómo te hace sentir y te mejora a partir de la experiencia; en lo que enseña dentro del recorrido en el que te acompaña. Hablaba de la película, pero aplica también para la familia.